Sociedad es un
término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en
común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus
costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una
comunidad. Aunque las sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo
estudio se encargan las ciencias sociales como la sociología y la
antropología), también existen las sociedades animales (abordadas desde la
socio biología o la etología social).
En este último sentido, por tanto, podríamos decir que las sociedades de animales son aquellas que se van constituyendo de una forma totalmente natural. Así, de esta manera, un ejemplo de lo que estamos señalando sería el siguiente: “El profesor de Ciencias Naturales nos subrayó que las abejas son unos de los grupos de seres vivos que viven en sociedad”.
En este último sentido, por tanto, podríamos decir que las sociedades de animales son aquellas que se van constituyendo de una forma totalmente natural. Así, de esta manera, un ejemplo de lo que estamos señalando sería el siguiente: “El profesor de Ciencias Naturales nos subrayó que las abejas son unos de los grupos de seres vivos que viven en sociedad”.
Las sociedades
de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los habitantes y su
entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una identidad y
sentido de pertenencia. El concepto también implica que el grupo comparte lazos
ideológicos, económicos y políticos. Al momento de analizar una sociedad, se
tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, los logros tecnológicos
alcanzados y la calidad de
vida.
Los expertos en
el análisis de las sociedades establecen una serie de señas de identidad o de
características que exponen que son imprescindibles que se cumplan para que las
reuniones o asociaciones de grupos se consideren sociedades como tal.
Así, entre otras cosas, requieren tener una ubicación en una zona geográfica
común, estar constituidos a su vez en diversos grupos cada uno con su propia
función social, deben tener una cultura común, pueden considerarse una
población en su totalidad.
De la misma
forma establecen que las sociedades tienen una serie de funciones que pueden
clasificarse en dos. Por un lado estarían las generales y por otro lado las
específicas. Respecto a las primeras destacarían el hecho de que son los
instrumentos a través de los cuales se hacen posibles las relaciones humanas o
que desarrollan y establecen una serie de normas de comportamiento que son
comunes para todos sus miembros.
La sociedad
existe desde que el hombre comenzó a poblar el planeta, aunque su forma de
organización sufrió variaciones a lo largo de la historia. La sociedad del
hombre prehistórico se encontraba organizada de modo jerárquico, donde un jefe
(el más fuerte o sabio del conjunto) concentraba el poder. A partir de la
Grecia antigua, la tendencia absolutista del poder empezó a modificarse, ya que
los estamentos inferiores de la sociedad pudieron llegar a ciertos sectores de
importancia en la toma de decisiones a través de la democracia.
Recién en 1789, con la Revolución Francesa, la organización social cambió en forma radical: desde entonces, cualquier persona puede subir a un estamento superior de la sociedad. Cabe mencionar que el concepto de sociedad también puede entenderse desde una perspectiva económica y jurídica, para definir a la unión de al menos dos individuos que se comprometen a realizar aportes y esfuerzos en común para desarrollar una actividad comercial y repartir entre sí las ganancias obtenidas.
La organización de una sociedad moderna se basa en la superposición de un conjunto de estructuras y redes que se encargan de regular su funcionamiento y de mantener su estabilidad. La estructura cultural se basa en la superposición de las experiencias culturales. La red civil complementa la estructura cultural, regulando las interacciones que se producen en la sociedad. La organización social se sostiene en el conjunto de servicios públicos que hacen viable la igualdad de oportunidades. El Estado complementa la organización de la sociedad con criterios basados en el interés general. El sistema económico pretende una óptima gestión de los recursos y el sistema político aporta los criterios que permiten a la opinión pública, pronunciarse sobre la eventual dirección que debe emprender la evolución de la sociedad. Aspectos relacionados con la moral pública o con las relaciones interpersonales acaban siendo el resultado de la evolución de las experiencias más personales, aunque también haya interacción con la evolución global.
Como quiera que la organización de la sociedad liberal tuviera que superar la organización social basada en la unidad cultural, anunció su alternativa política a partir de la libertad individual de cada uno de los ciudadanos. Ese fue el resumen de sus principios:
La diversidad cultural fue un
reconocimiento a la permanencia de culturas y creencias en la sociedad,
diversidad que daba lugar a valoraciones muy diversas, más allá de las
indicadas en la ilustración.
La igualdad ante la ley ha
acabado legitimando los derechos civiles y la libertad de oportunidades; La
unidad civil de cada sociedad, expresan la diferenciación sustantiva respecto a
otras sociedades organizadas.
La pluralidad política es el
medio a través del que pueden expresarse las distintas alternativas ante los
retos de cada sociedad. Su desarrollo ha servido para potenciar y difundir la
democracia.
Tales principios
siguen siendo la base de cualquier sociedad democrática, reconocidos en la
mayoría de los países y complementados por los tradicionales valores
(libertad, igualdad y solidaridad) que tenían que dar contenido a las
aspiraciones de los ciudadanos, poco convencidos de que fuera mejor sociedad,
aquella que dependiera de las "codicia" humana.
CLASES
SOCIALES
La sociedad de
clases constituye una división jerárquica basada principalmente en las
diferencias de ingresos, riquezas y acceso a los recursos materiales. Aunque
las clases no son grupos cerrados y un individuo puede moverse de una clase a
otra.
La adscripción a
determinada clase de un individuo se determina básicamente por criterios
económicos, a diferencia de lo que sucede en otros tipos de estratificación
social, basados en castas y estamentos, donde el criterio básico de adscripción
en principio no es económico (aunque la adscripción a un determinado grupo
pueda conllevar secundariamente condicionantes económicos).
Generalmente, para el conjunto
de individuos que configura una clase existen unos intereses comunes, o una
estrategia social maximizadora de su poder político y bienestar social. En
ciertos casos, un cierto número de individuos se desentiende de los intereses
de su clase social.
Las condiciones económicas que
conllevan la adscripción a una u otra clase generalmente están determinadas por
el nacimiento y herencia familiar. Así en la mayoría de las sociedades los
hijos de las clases desfavorecidas a lo largo de su vida seguirán formando
parte de las clases desfavorecidas, y los hijos de las clases más acomodadas
tienen mayor probabilidad de ser parte durante el resto de su vida de la clase
acomodada.
El conjunto de
las clases sociales y sus relaciones, forman un sistema de clases que es típico
de las sociedades industriales modernas.
FORMAS
DE ORGANIZACIÓN SOCIAL
Marx destacó
que, a diferencia de todas las anteriores sociedades de la historia de
Occidente con múltiples grupos de clases antagónicas, en la moderna sociedad
capitalista la repartición desigual del capital se simplifica en la formación
de dos grandes clases caracterizadas por esta "distribución": el
proletariado y la burguesía. Esta última por su función social originaria
dispondría del capital físicamente, esto es: económicamente, y por ende de los
medios de producción. Le sería propio a esta clase el modo de producción denominado
capitalismo y su apoyo teórico, el liberalismo, comprendido como su epifenómeno
ideológico.
Weber distingue
entre clases sociales, grupos de estatus y partidos
políticos, estratos distintos que corresponden respectivamente a los
órdenes económico, social y político.
Las clases
sociales se definen por la relación económicamente determinable entre sus
miembros y el mercado. Éstas son sólo una de las formas de la estratificación
social, atendiendo a las condiciones de vida material, y no constituyen un
grupo consciente de su propia unidad más allá de ciertas condiciones sin
necesaria comunidad de intereses.
Los grupos de
estatus se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales
diferenciadas que dependen a la vez de elementos objetivos (los que después
Pierre Bourdieu llamaría capital social) y de otros puramente subjetivos como
la reputación (el honor, el prestigio, etc.)
Los partidos políticos pueden acceder al poder estatal y alterar con mandatos concretos las reglas abstractas de la sociedad, utilizando su influencia para obtener beneficios ideales o materiales para sus miembros, los cuales unifican en forma institucional intereses y estatus sociales comunes preexistentes al Estado o generados desde él.
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